Vistas de página en total

domingo, 16 de junio de 2013

Inexistente

Inexistente

          Fuiste lo que ya no eres y estarás dónde ya no estas.

         Te buscaré en lugares olvidados y caminaré por los senderos compartidos aún a sabiendas de que no te encontraré.

          Ora no volverás a palpitar como lo hiciste en aquella mañana estival cuando te besaba bajo un sol endiablado custodio del ardor de nuestros cuerpos excitados, ora no podrás volver a sentir mis convulsas manos sobre tus divinos pechos, garras de animal asustado por tanta beldad, divina hermosura.

          Eras amalgama de caprichos perdidos en una inconstante sabiduría de deseo,  en una levedad vacilante de unos labios atrevidos que diversificaban sus besos según tus antojos.
Ahora nunca podré volver a perderme de nuevo en las callejas oscuras y húmedas de tus nalgas, ni tampoco volverá a llover sobre mi lengua el jugo exprimido de tu lubricada vagina.
Hoy se ha marchitado mi deseo a otras mujeres porque sólo tú has sabido extraer de mí la savia y recoger el néctar de mi flor. Ya nunca  sabré como entregar de nuevo mi vigor ni encontraré el impulso necesario para volver a caminar sobre otras almas dónde aparcarme.
Junto a ti lo encontré todo, me conecté con la Tierra y me abrasé contigo en la esencia del fuego. Me diste tu fuerza a cambio de la mía y nuestras fierezas se hicieron una en la lucha contra la desidia.


          Y tan sólo existe una verdad, la única realidad, legítima y veraz, dogma innegable de lo que ahora eres, inexistente.


Krac@                                                                              Collage: MarMax

viernes, 7 de junio de 2013

Silencio

Silencio

        Como el rumor de un mar sereno, 
como el burbujeo espumoso de sus olas, 
como un ruido silencioso,
una palabra.

        Como la presencia de un fantasma infiltrado entre los gestos, 
    como un trazo olvidado, 
como una sombra escondida tras su negro reflejo,
un secreto.

Como un arroyo agotado de vida, 
como un agónico reguero de lágrimas,
como una multitud de perlas exprimidas,
el olvido.

Como una goleta rompiendo el horizonte, 
como un naciente sol abrasando los ojos mojados del Universo,
como esa gaviota que quiebra el aire,
un alma perdida.

Y tu no eres porque si estás, 
apareces disipado en un infinito de murmullos que solamente nos dejan ver el recuerdo de un sigilo reservado a ti,
 soberbio silencio.

Krac@                                               Collage: MarMax
        
        

jueves, 30 de mayo de 2013

Veneno Romántico



Veneno Romántico

Cojo tu mano otra vez,
otro día, otra vez y de nuevo otro día.
Hoy con idéntica intención,
de besar, de acariciar, 
de lamer su índice, su pulgar, su meñique,
de morder su corazón.

Se que todavía te das permiso para sentirme. 
Soy  conocedora de tus límites,
pero adivino que aún percibes mi calor y
la ternura de los labios que te acarician.

Me gustaría poder cambiar esa muerte palmaria,
ese sudario en el que se ha convertido tu piel,
lienzo que en otras horas y otros  tiempos 
recogieron los dibujos de una vida viva.

Nunca quise estar y aquí me quedé por ti,
ahora tu estas pero ya no eres.
No se que hacer para seguir
como sentir tu ser para vivir
ni como hacer para no fingir.

Tu no has muerto todavía 
pero a mi ya me asesinaste
sólo con dejar de escucharte
empecé a sucumbir.

Necesito esa voz que mecía mis noches
que acunaba mi llanto  
y deleitaba mis silencios,
largos, muy largos,
para no romper la magia de tu palabra.

Como caminar sin tu sonrisa,
por este, ahora sin ti, lóbrego mundo. 
He perdido la energía 
que encendía mi día,
que era la llama que incendiaba 
la pasión que te sentía.

Llévame contigo,
no me seas cruel.
Hazlo por el amor que nos tuvimos, tenemos y tendremos.
Hazlo para no perdernos dentro del infinito.
Hazlo para destruirme más allá.
Pero hazlo,
Llévame contigo.

Collage: MarMax                                                                      Krac@


martes, 28 de mayo de 2013

Pensamiento líquido

Pensamiento líquido


Reptan por mi rostro
con un destino infinito.
Por un túnel húmedo y lóbrego
es  un proyecto perdido.

Nausea provocada 
vómito engullido.
Calla la palabra
trago confundido.

No consigo reproducirlo
intento escribirlo
es blando y grumoso
es algo pastoso.

Pensamiento líquido
ideas por derretir.
No tengo ideología
con la que morir
pero si tengo una muerte
por la que vivir.

Vivo sin vivir por mí
pero es extraño este juicio
pues concluyendo al inicio
no quiero volver sin tí.



Krac@                                                       Collage: MarMax

sábado, 25 de mayo de 2013

Gritos en silencio


  Gritos en silencio

          Las propias gotas de sudor que se precipitaban sobre mis ojos me devolvieron a la realidad en la que me perdí horas antes. 
          Poco a poco se fueron adaptando a la oscuridad y, como le aconteciese al  mismísimo Lestat de Lioncourt en sus despertares, mi aliento olía a sangre, sangre coagulada, sangre todavía caliente y, aunque el tacto de mi lengua era suave, la aspereza dilatada de mi boca me indicaba que la noche se había enrarecido más de lo normal.
                    Me tomé mi tiempo para deleitarme con su sabor e intenté concentrarme en recordar cada segundo de lo ocurrido. Este era un momento sublime, cerraba los ojos, llenaba mis pulmones de aire y, poco a poco, volvía a sentir como su sangre me penetraba como si de un río bravo a la conquista de mis entrañas se tratase. Yo lo llamaba  "el lujurioso placer del recuerdo". Y eso es lo que hice.
                    Pero algo no marchaba bien, algo hacía que sólo me encontrara con ecos aludidos que ensombrecían mi evocación, el preciado objeto del deseo estaba perdido en la penumbra de mi propia esencia.
                    Noté como empezaba a agitarse mi corazón, el músculo que alimentaba de ambrosía mi reíno, empezaba a cabalgar desbocado y eso no me ayudaba mucho, por no decir nada, a adivinar la razón que lo causaba.
                    Mi respiración comenzó a transformar su tranquilo caminar de la amanecida en el batir de tres mil alas de mil quinientas aves. 
                    Los apéndices de mis manos se cerraron como garras, con tanta fuerza que noté como me desgarraban la piel tal cual un puñal rasgara un lienzo.
                    Y de pronto noté como un nudo atenazaba mi garganta, apretaba con tanta fuerza que dificultaba el flujo de la saliva, era como si sus moléculas se hubieran derretido sobre las cuerdas vocales para fundirlas con la nuez en la  construcción de un muro que bloquease el paso de mis propias babas.
                   Noté que mis ojos se humedecían, pude vislumbrar en la oscuridad el brillo de las lágrimas que comenzaba a manar de sus, hasta hacía unos instantes, áridas glándulas. y fue como un chispazo, un destello dentro de mis sentidos, un fogonazo de verdad el que trajo la evidencia envuelta de dolor. 
                   Había sucedido lo que tanto tiempo había intentado evitar, eso por lo que tanto había luchando contra mi propia naturaleza, aquello que tanto me había torturado hasta el punto de haberme olvidado de mi propia identidad. 
                   Había destruido la pasión que me mantenía viva dentro de mis tinieblas, aquello por lo que, alguna vez, me atreví a emerger a la luz para deleitarme con el aroma de sus pechos, para conocer la locura que causaba su sonrisa, para no querer volver a morir después de haber notado la suavidad de su piel. 
                  Supe que la amaba cuando escuche su voz y comprendí entonces lo que ocurriría después. Su muerte me pertenecía y ella ya era mía.

Krak@                                                        Collage: MarMax


                    

martes, 21 de mayo de 2013

Horror Show

Horror
Show

    Una, otra y otra más, la siguiente para después. Tu quieres una más, yo también, no me quedo atrás. Dame, sírveme que esta noche todo vale, todo se aguanta, todo se pasa.

      Se acabo el trepar por los tejados y resbalar hasta los infiernos del alba.           Levanto la mirada hacia la luz para ir al encuentro de Caroline.

     Desayuno con la realidad, un plato lleno de terror con el que rellenar al pícaro despierto. Tantas horas sin descanso han dejado un circulo rojo alrededor de mis ideas. Si pensar pesa, ahora el plomo de mi cerebro tiene caída libre hacia el vacío.

                                                                                                       
    Pica pica pica, mi lengua pica, bailan las chinches entre mis dientes, mi vida está dormida. 
Sin futuro, soy un perfecta desconocida. 
El espejo me envuelve y no me devuelve. 
Mi imagen extraviada se ha cruzado en el averno con mi idéntica desdicha.
Luzbel acaricia mi alma a cada instante.
Mi razón eyacula sobre mi inexistente lucidez. 
La oscuridad se aproxima.

Krac@                                                                               Collage: MarMax  

domingo, 19 de mayo de 2013

La Ciudad








La ciudad                             collage: MarMax

Me gusta sentarme junto a la fuente,
me tranquiliza escuchar el sonido del agua.

Pienso en ti,
como en las últimas noventa y nueve mil trescientas sesenta horas que hace que me dejaste aquí tirada.
Persigo con mis ojos doloridos el reguero de agua que mana desde un pequeño resquicio de la roca rota, desgarrada, como mi corazón, y lo escolto con mi mirada hasta un gran charco que se ha formado a mi derecha, en el que el agua cae como si fuera un pequeño Niágara.

No te voy a perdonar, 
nunca seré indulgente con esta huida en la que sólo pierdo yo, porque tu, al fin y al cabo, tan sólo te has ido.
Lo peor,
que nunca podrás explicármelo, de ningún modo podré escuchar esas palabras que espero y que nunca llegarán.

A veces pienso que fue la ciudad.
Un devorador que te engulló y tu lo tomaste como un castigo. 
No eximiste de tu cuerpo la responsabilidad del orgasmo de vida que te supuso el caminar por sus calles.
No fuiste capaz de averiguar que sus moradores te morderían en la yugular para chupar tu sangre.

Y mientras tu apestabas a noche yo quedaba perdida en el desierto.
Un retiro obligado como en el que ahora me encuentro.
En el que sólo obtuve un premio, amarte.
Y en el que tu me lo diste todo, tu corta vida.

Arranque el aguijón de tu vena, 
maltraté tu cadáver en un último intento de recobrar tus caricias,
tan sólo unos minutos después tuve que romperme para poder ascender hasta tu rostro y poder apagar con mi mano tu mirada.

                                                                                    Krak@